En ocasiones podemos ser demasiado exigentes con nosotros mismos a tal grado que nunca nos sentimos satisfechos con nuestros logros. Llega a ser un gran problema cuando limita nuestra capacidad de seguir desarrollando dotes para nuestro emprendimiento o vida laboral.
El síndrome del impostor no es oficialmente una enfermedad mental, sin embargo afecta a muchísimas personas a lo largo de su vida profesional.
¿Qué es el Síndrome del impostor?
El síndrome del impostor es un trastorno psicológico que sufren las personas que no son capaces de asimilar sus logros. No es una enfermedad que se relaciona con baja autoestima o falta de confianza sino con la tendencia de subestimar el éxito. Por lo general las personas con este trastorno dan crédito de su éxito profesional a la suerte y muchos especialistas lo vinculan al perfeccionismo.
El síndrome del impostor puede ser provocado por varias causas, algunas pueden ser:
- Miedo al fracaso
- Dinámicas familiares durante la infancia.
- Nuestra percepción del éxito
- Estereotipos o desigualdad de género
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¿Cómo sé si sufro del síndrome del impostor?
- Atribuyes tu éxito a las circunstancias o a la suerte.
- Te cuesta aceptar los elogios y reconocimientos.
- Tienes mucho miedo al fracaso
- Sientes temor a que los demás piensen que eres un fraude
- Le restas importancia a tus logros
- Te comparas constantemente con otras personas
- Inseguridad laboral, académica y en tus relaciones sociales
- Negatividad que conduce a la ansiedad, tristeza, etc.
Entonces… ¿Este síndrome afecta a los emprendedores? ¿Cómo les afecta?
Pues si, si afecta a los emprendedores y les puede afectar de las siguientes maneras:
1. Cobras menos por tu trabajo porque te sientes poco capacitado para hacerlo o menosprecias tu trabajo.
2. Te vuelves más sensible a las críticas de los demás, incluso con las críticas constructivas por temor a que te vean como un fracaso.
3. Sientes mucho estrés y ansiedad que afectan tu ejecución y tu salud.
4. Tienes miedo de asociarte con otros emprendedores porque no te consideras apto. Emprender un proyecto requiere de socios. El síndrome del impostor puede perjudicarte haciéndote sentir como un peso para un futuro socio de negocios.
5. Inviertes tiempo y recursos excesivos en cursos y capacitaciones, por miedo a no tener el suficiente conocimiento o habilidades, pero no aplicas estos nuevos conocimientos de forma eficiente.
6. Eres demasiado crítico contigo mismo y tiendes a ser perfeccionista
Acá te damos algunos consejos para contrarrestar el Síndrome del Impostor:
- No te compares con otras personas. El proceso de cada quien es totalmente diferente.
- Ponte metas y objetivos medibles, podrás cumplirlas a tu propio ritmo
- Acepta los halagos, agradece con humildad la próxima vez que te digan “Que buen trabajo” y acepta tu logro.
- Evita ser perfeccionista, los errores son parte de la vida. Si cometes un error está bien. En un futuro lo podrás corregir.
- Reconoce el valor que te hace ser único, a ti y a tu emprendimiento, siéntete orgulloso y proyectalo abiertamente.
Puede que no sea fácil, pero es posible superar este síndrome. La próxima vez que te sientas fuera de tu zona de confort concéntrate en las nuevas oportunidades de crecimiento y cambio. Recuerda que no estás solo o sola. Muchas personas están en la lucha contra el síndrome del impostor
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